Este libro analiza uno de los temas más subestimados de la conflictiva familiar vincular, el de la violencia fraterna que es un tipo de violencia en la sombra, oculta dentro del hogar por su misma tendencia a reducirla o minimizarla tras la construcción idiológica de que «todos los hermanos se pelean». Las pulsiones primarias egoistas y crueles en el seno del hogar, que no son debidamente atendidas producen un agresor y una víctima. No se nace para el odio y el desamor. Por lo tanto el que un propio hermano/a nos maltrate y nos desprecie es desde ya un conflicto dificil de afrontar, que por lo general deriva en sometimiento, ya que un niño no hace más que acatar la ley del único mundo que conoce. Y ello produce un fallo de la función simbólica que sin duda afectará a esos individuos en su constitución.
Cuando los padres fracasan en la distribución equitativa del amor filial y eso queda expuesto, entonces se producirán escenas de rivalidad que a la larga derivarán en situaciones de violencia fraterna. Es esta la mayor causa, aunque no la única. El ideal de hijo que hace a uno de ellos su ideal va a dejar a otro fuera de ese parámetro, el que se defenderá atacándolo. Nudo error que dejará a un hermano proscrito en la vida del otro.