Ayer se aprobó por Unanimidad!!!

rimaria de conceptualizar las relaciones de poder tejidas en torno a la cultura, las creencias, las costumbres y las normas.

            La violencia familiar, en términos amplios, es la forma
de abuso sufrida por algunos miembros de un mismo seno familiar, en un
contexto de desequilibrio de poder y que enmarca la violencia de género,
definida como la específicamente sufrida por las mujeres, la cual puede
ser física, sexual, psicológica y/o económica, directamente asociada a
las relaciones asimétricas que implican subordinación y vulnerabilidad.

            La violencia de género tiene lugar en todos los estratos
sociales y económicos y se ha transformado en una cuestión de Estado y
salud pública, debido a las muertes, heridas y consecuencias
psicológicas que provoca. Este punto de vista, de no considerar este
flagelo como una sumatoria de hechos aislados, sino como como un
problema integral y de carácter social, implica un profundo proceso de
revisión sobre nuestras propias concepciones en cuanto a la definición
de hombre y mujer y los mandatos culturales en los que estamos inmersos y
transmitimos, quizás de manera inconsciente, con nuestra forma de ser y
sentir.

            La Lic. en Psicología (UNLP 1968) Alicia Antonia Crosa,
autora del libro “Porque te quiero te aporreo. Violencia en los
vínculos”, la primera psicóloga clínica del servicio penitenciario, con
más de treinta años de experiencia elaborando estudios psicológicos
forenses en las cárceles de Buenos Aires, se centra en “la violencia
entre personas vinculadas afectivamente y considera fundamental que la
mujer que soporta malos tratos por parte de su pareja tome conciencia
del problema, ya que a menudo se niega a admitirlo, lo que la hace más
expuesta y vulnerable. La mujer maltratada muestra gran tendencia a
optar por permanecer con el maltratador, acomodándose a sus demandas”, y
explica: “Esta obra no tiene nada que ver con un libro de autoayuda ya
que las mujeres que sufren malos tratos necesitan tratamiento
psicológico profesional, pero sirve como herramienta para conocer los
mecanismos de la violencia y tomar conciencia sobre los enormes riesgos
de vida que corren y así armar una defensa a tiempo”.

            “… En la búsqueda de amar y ser amado, considerado como
el acto humano más supremo, uno suele toparse con personas, que ocultos
bajo una máscara de cordura y una pátina de cordialidad, hacen uso de la
violencia disimulada en acciones de amor, lo cual puede convertirse en
una tragedia. Ejercer el poder en los vínculos rompe límites y produce
avasallajes sobre la persona de otro que resulta víctima y que ahí se
queda, confundida y creída que esa realidad es lo que le toca vivir, y
no es así. Ser a la medida de otro es precisamente ofrecerse como objeto
de violencia…”

            A pesar de que la Argentina ha avanzado legislativamente
en la materia, lo que ha permitido la penalización de un accionar que
hasta entonces no estaba tipificado, el aumento del número de casos, que
arroja cifras escalofriantes, nos obliga a  comprometernos para
erradicar este delito ya que, en la mayoría de los casos, el miedo y la
indiferencia del entorno de las víctimas, se convierte en cómplice
silencioso del agresor.  El primer paso para afrontar el reto, es
aprender a detectar la problemática, de ahí en más, el camino es la
solidaridad, libre de prejuicios.

            Por lo expuesto, solicito a mis pares que acompañen el presente Proyecto de Declaración.