SOCIEDAD PATERNALISTA SIN PADRE MORAL

Uno como ciudadado queda perplejo, intimidado y confuso ante la serie de hechos a los que asistimos cada día. Sin ir más lejos, el más reciente de enterarnos de que una candidata a senadora nacional (nada menos) fue descubierta robando mercadería de un supermercado ocultada en el doble fondo de su carrito de compras. U otros con causas judiciales probadas y candidateados. O aquellos que cambian de opinión cien grados conforme a la conveniencia de adecuar discursos, exhibiendo una rayana falta de sensatez y sentido común.
Puede esta gente conducirnos? a que? a donde? sobre todo atento a que la Justicia (que para el Psicoanálisis equivale al Padre y sus funciones ) y sus administradores, – los magistrados – se inaccionan acomodándose a los vaivenes políticos en protección de su propia espalda, o sea el cargo. A la vista lo tenemos. Dos o más males juntos no hacen un bien. Y la verdad que anhelamos, siempre queda más lejos. Y sea hace inalcanzable.
Hay millones de personas sin cultura de trabajo, así fomentado para su manipulación. La relación tan estrecha con la política proteccionista, (imagen paternocentrica o de mucha protección), al mismo tiempo produce la renuncia a los logros por cuenta propia. Y genera servidumbre, de la que no se sale, y que reduce y que condena a seguir siendo así. La misma falta de salida lo promueve.
Un hijo que se cría con la imagen de un padre inactivo, indolente y hasta vicioso, dependiente siempre de las dádivas estatales, ineducado por no escolarizado, dependiente de la ayuda social crónica, siempre sera pobre, y siempre será utilizado. Y esa demanda – oral- lo hará adicto a todo aquello que le sirva para tapar su angustia.
Se necesitan cambios de política y de economía promotores de cambios culturales, de modo que la gente más necesitada vea al Estado como agente precursor de su imprescindible cambio y ya no más asistencialismo esclavizante.