EL PSICÓPATA Y SU CAPSULA (o patologías del vínculo)

Si bien en todo tipo de relación con Otro hay poder, es en la de pareja adonde mas se ve. En lo particular en aquella de tipo neurótico-psicopática, alianza fatal o ligadura infernal adonde es la mujer quien casi siempre aporta la estructura neurótica. Menudo favor que nos hizo la Cultura, amasada desde siempre por el hombre o machista, así llamada y que ya en varios escritos previos he referido. Es histórico e innegable, fiel a la inexistencia de igualdad, que la mujer siempre ha ocupado el lugar que los hombres le asignaron.

Yendo al grano, voy a describir aspectos de esa fatídica alianza con que inicié este escrito en la que hasta se puede llegar a dejar la Vida, así literal. En fin, aferramientos que suelen contener en el fondo, algo de lo edípico, a veces no conocido de uno mismo, o ignorado deliberadamente.

La mujer neurótica, que muy mal se quiere a si misma, buscando siempre reconocimiento, mirada, aprobación y afecto desde afuera, suele entrar en relacionamiento afectivo con quien justamente se servirá de dicha falencia para tenerla atada. Haciéndole creer que la tiranía, destrato e indiferencia es meramente su «modo de ser» cuando que en verdad se trata de la más franca dificultad de amar genuinamente, en tanto lo afectivo y a veces tambien lo moral – que con ello se conecta-, le importa un bledo. Por eso es un psicópata, y de eso se sirve para joderle la vida a otro. Que por lo general, casi siempre digo, es una neurótica. El psicópata carece de empatía, a pesar de actuarla mediante sus manejos de seducción y embaucamiento. Se suele mostrar empatico sin serlo genuinamente, ya que no puede ponerse en el lugar del otro, sobre quien siempre tiene una interpretación condicionada y a quien puede llegar a considerar como a una cosa.

Alianza fatal de la que no es facil deshacerse una vez metida en ella, debido entre otras cosas a la versatilidad con que el psicópata se transforma (brevemente) cuando advierte que la presa se le puede zafar. Y así es como se retorna a la ligadura infernal -» no soy sin el Otro»- desarrollada sobre la falsa idea de la «completud», cosa que el neurótico vive buscando siempre, eternamente siempre, afuera. Asi y así, mientras tanto, el psicópata con el que carga encima le va disminuyendo cada vez más el amor propio y empobreciéndole aún más el Yo. Pero es inutil, la mujer neurótica seguirá probando con la fórmula de la derrota y volverá reiteradamente a un «no lugar», a lo que no existe porque se niega a revisar su archivo (negación) ayudada por el hecho de que para sufrir es mandada a hacer. En fin, a veces se trata de aprender a vivir adentro de la carcel que se eligió.

Ahora bien, si por una de esas, – tratamiento psicológico eficiente de por medio la mayoría de las veces-, la neurótica avisora la salida y lo intenta, debe estar atenta a la contraofensiva. En toda pareja patológica cuando una parte se sale, se va, surge el odio. Y esta es la matriz subyacente al femicidio.

1 comentario en “EL PSICÓPATA Y SU CAPSULA (o patologías del vínculo)”

  1. hola, primero expresarle mi admiración por transmitir de manera clara los conceptos psicológicos. Segundo, me atrevo a hacerle una pregunta. ¿Durante las pericias psicológicas, cuando no está claro si el peritado es culpable de homicidio de su mujer, cuáles son los puntos desde los cuales usted se orienta para evaluar si el peritado es proclive de asumir conductas violentas. Soy psicóloga, ya jubilada y estoy interesada en reever pericias para evaluar si están llevadas a cabo con rigurosidad o no. Qué datos, información, etc. cuáles son aquellas cosas que a ud, le hacen decir «si, es el homicida». Por supuesto cuando no hay una confesión y por supuesto cuando hay dudas a nivel de la pericia forense. Desde ya todo mi agradecimiento, espero su respuesta y la saludo cordialmente. Elsa

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