La Subjetividad Alterada

Es sabido, es muy difícil vivir una locura cuando no se es demente. Las pandemias hacen una apropiación gozosa del humano en su dual aspecto físico y psíquico inundando a la sociedad de pulsión de muerte. Nos ha producido un enorme daño psíquico, nos llenó de tensión y nos creó un malestar sobrante que nos devora el pensamiento, alterando todo lo que se daba por sentado y atacando el entramado deseante de cada quien. Dichos padecimientos inscriben formas de des-subjetivación factibles de producir cuadros psicológicos de diversa severidad.¿Qué hace el psiquismo frente a una situación catastrófica? O se apaga o se enciende en síntomas. He leído por ahi que la tolerancia al stress es limitada, bordea los tres meses. Y para peor, no tuvimos la posibilidad de anticipación. Tampoco de planificar recuperación, ya que aún, esta catástrofe no ha terminado de ser.  Lo que genera incertidumbre, mayor desadaptación y desmotivación. Para todos, un año perdido, imposible de ser resignificado. Califico de irracional el descuido hecho sobre el psiquismo de la sociedad entera, lo que sin dudas actuará sobre la merma biológica. También el daño sobre el psiquismo infantil con la suspensión súbita de su escolaridad recién iniciada y nunca restituída, aunque por etapas como otros países sí hicieron. Y la negación supina de la importancia del habito escolar en la conducta social de púberes y adolescentes, posible de funcionar con intermitencias.  En fin, inoperancia, negligencia, injusticia, etc. Si algo que nuestro país tiene son buenos profesionales de la Psicología y la Pedagogía. Inadmisible no haber contado con ellos. Se abusó de una dotación médica.

Yendo al grano de la intención del presente artículo, toda vez que la realidad viró hacia un real inimaginado, amerita desprendernos de hábitos e ir incorporando otros so pena de quedar esclavizados a los deseos insatisfechos y sus consecuencias. En otras palabras, sería como ingresar a un sistema de mediaciones con uno mismo destinado a preservar no solo nuestra salud, también nuestra vida. La imaginación es poderosa cuando la activamos, por lo que es preciso liberarnos de nuestras barreras que nos impiden pensarnos hoy día en un modo diferente de vivir. Y no es que se trate de banalizar el mal que nos rodea e incluye, sino de agigantar nuestra capacidad para adaptarnos en base a generarnos habitos nuevos y/o sustitutivos. Son las ataduras a paradigmas hoy día en crisis (vacaciones, reuniones, viajes, emprendimientos) lo que nos joroba la cabeza. Goces que operaban como protección para los desencantos de la vida. Y que la memoria, que suele ser una gran trampa, se ocupa de refrescarnos, generándonos «la falta».  El cómo vivíamos, quedó atrás, de momento no es posible recuperar. Mi propuesta es dar batalla empezando desde adentro de uno recurriendo siempre a la capacidad de pensar/nos. En letra de la magnífica psicoanalista ya desaparecida Silvia Bleichmar esto que digo es «definir la relación del sujeto psiquico con la realidad, para abordar a partir de ello los cambios en la subjetividad». Mas sencillito, o nos amoblamos la cabeza con otras piezas o nos vamos al caraj… Y el Covid nos sepulta.

Me consta que hay gente que se resiste a adoptar las pautas cuarenténicas, y es porque se ha superado el límite de tolerancia. En su mayoría es la gente joven cuyo potencial funciona sobre la actividad, y la limitación de su libertad, les genera negacionismo. Y están atrapados en aniquilar lo insatisfactorio lo que está basado en la juvenil intolerancia a la frustración.  Sobre eso hay que operar, tarea que debe si o si partir de las esferas gubernamentales sobre lo que se debe insistir y complementarlo con las pautas del hogar, de los mayores y su escucha. Cambio de hábitos, sí o sí. Gran parte de lo que se necesita para estar medianamente bien, existe dentro de uno. Explorar/se.