Maldita sea la «teta»…

Si el ahora ex diputado de la Nación Argentina (pobre nuestra Nación) fuese a partir de hoy mi paciente, luego de escucharlo holgadamente en sus inevitables lamentos, encararía averiguando entre tantas otras cuestiones cómo fue – según le constara – su relación materna y su destete!  Según el Psicoanálisis el varón presenta más dificultades que la niña para tramitarlo, cosa que a la madre por ende le cuesta instalarlo. Es común ver a los varoncitos ambulatorios ya, ocasionalmente prendidos a la teta para sortear una rabieta. Se sabe, el destete es resistido porque los niños lo viven como desamparo. En fin, en términos de divagar y para hacer del tema algo un tanto jocoso que aligere el ánimo de esta sociedad crispada a la que tal parece ya nada le falta para llenar el colmo de lo ilógico, me permito escribir estas notas que, basadas en lo científico buscan una derivación hacia lo risible.

La «teta» es en el momento inicial de la vida extrauterina, la sede de la satisfacción  alimentaria, eso meramente, por lo cual al bebé cualquier teta le dará lo mismo a la hora de saciar el hambre (madres de leche por ejemplo) ya que aún no reconoce como su mamá a quien lo provee. Faltará más tiempo para que eso suceda y será la primera relación de objeto (así denominable) con sus diferentes vericuetos! El pecho (las tetas) es gratificación y placer, pero con el destete aparece la privación (angustia, sensación de abandono). Es la primera castración o primer duelo por la pérdida «del objeto». Y fue la psicoanalista de origen hungaro Melanie Klein quien estudiando este proceso halló que para afrontar esa angustia el individuo divide al pecho en «bueno» o «malo» según complazca o no, lo que lo deriva a una posición a la que denominó «esquizo-paranoide». Ya antes que lo hiciera Freud hubo sociólogos que destacaron que en la relación madre-hijo inicial se podría encontrar el germen de todos los desarrollos de las relaciones sociales del orden más elevado!

En tanto lo dicho, me pregunto sobre si la modalidad concuspicente (sexualidad) de algunos varones en relación a las tetas no estaría relacionado con los probables desórdenes (despelotes de arrastre) que más arriba describí. Y nada menor, es el hecho de que las mujeres (ciertas) abonen dicha hambruna, (de lo que alguna que otra vez se quejarán) cosa de protegerse de la exclusión abominable de no ser mirada y deseada. Ergo, alimentan ese morbo que a más de una la hace sufrir en varios sentidos del sufrimiento.

También hay casos, -doy fe porque intervine profesionalmente- en los cuales el varón, recientemente padre, se siente jodido cuando la partenaire ( ¿vieron que no la llamo «su mujer»?) acaba de tener su hijo, un varón para mas caso, quien se constituye en el exclusivo de «las tetas» dejándolo afuera de sus habituales juegos eróticos, obviamente. Es el ojo, la mirada sobre el «usurpador» lo que justamente lo jode. Y no es en vano la enormidad de «cornadas» que en este momento de la vida familiar la mujer sufre. Precio a pagar por no estar en ánimo de dar satisfacción! Aún la ciencia que está muy avanzada no ha creado la máquina para transformar, mediante el accionar de una ficha, a una parturienta reciente en una hembra.

Volviendo al ahora ex diputado, y dejando de lado las observaciones generales precedentes que ignoro si aplican a este individuo, resulta obvio que el mismo estaba tan preparado para la función que debía desempeñar como lo esta una vaca para volar. Y que era tal su desencuentro con la misión que necesitó reconfortarse a como dé lugar (eso se denomina compensación reparatoria), adonde es la inmediatez resolutiva lo que le baja la tensión psíquica, creada por su inoperancia, caradurez y desparpajo. Y la encontró! como buen inmaduro tenía a mano su teta, la que calma y la que calienta el horno para lo que sigue, total, tiene el derecho ya que con seguridad fue quien las pagó, es su dueño y con ellas…hace lo que quiere! Y se lo dejan hacer… Con semejante sueldo que le «pagan» porque «no se lo gana eh» puede eso y mucho más, mientras un jubilado, que era de lo que se trataba ese día, se las tiene que rebuscar para vivir con menos de 20.000$. En fin, lo que pueden una tetas! Y sus implícitos!