Borges: ¿Machista u Homofóbico?

La intrusa es la representación de la imagen de la mujer que de manera bastante impregnada aparece en la literatura borgiana: la mujer en el puño del hombre. Descripto con su famoso «lenguaje orillero» los personajes se radicalizan en torno a una gestión recortada por lo machista. Machismo y violencia aparecen en los personajes de sus cuentos. Esta exacerbación de lo masculino que si bien se corresponde con el estilo criollista-machista de acuerdo a la época que Borges describe, llama poderosamente la atención. Especialmente esto es así si lo relacionamos con otros datos salidos de la vida personal del autor, y en lo particular a lo que se ha dicho con relación a este cuento. Se cuenta que Borges – quien vivía con su madre, y así fue hasta la muerte de ésta – tenía dificultades para cerrar el cuento con un final apropiado. Ésta actuaba al modo de un lector referente de toda la producción de su hijo. Y se dice que fue quien le aportó la idea de cierre del mismo, con la muerte de Juliana, asesinada por Cristián y con ello poner fin a un conflicto fraterno disparado a partir de su presencia en la vida de los dos hermanos.
Juliana Burgos era «una cosa» que servía para satisfacer al goce masculino de ambos hermanos, y como tal tenía la categoría de un objeto-cosa denigrada y servil. Pero ella diferenciaba a Eduardo de  Cristián, sobre quien se aplicaba el peso de la decisión de servidumbre. «Cristián solía alzar la voz y Eduardo callaba». Esto infiere que Eduardo también estaba afectado por la sumisión debida al hermano. Cristián estaba celoso y además veía amenazado de perdida su lugar de macho-líder ante la sierva y ante su propio hermano.
Al igual que en el personaje de la lujanera en el cuento «El hombre de la esquina rosada», una mujer objeto viene a derimir el enfrentamiento entre dos hombres, pero en este caso más concreto que virtual que como pasa en el relato de «La Intrusa». Entonces analizo qué cuestión no resuelta tenía Borges con lo femenino, en el sentido de la dependencia conflictiva con ello y que tal vez la exacerbación de lo masculino loviene a representar.
Por ahí extraje de una de sus entrevistas: «Mi madre era católica como todas las señoras argentinas, sin entender absolutamente nada de religión. Mi padre era libre pensador, como todos los señores argentinos.» Ello infiere una velada desvalorización de la mujer respecto de su capacidad de pensar en equivalencia con la del hombre. También se lo puede ligar con una cuestión de época, si tenemos en cuenta que Alfonsina Storni fue ninguneada por la élite literaria de Borges y sus amigos elitistas reunidos en torno a la revista «Sur». Es más, la consideraban una poeta menor, justamente porque para acceder a ser reconocida en ese ámbito, una mujer debía ser esposa, hija, hermana o algo así de alguien de la élite, sin analizar en detalle su explicita capacidad literaria.
Concluyendo esta divagación pienso: ¿Habrían tenido los cuentos de Borges tanto éxito en los tiempos actuales, con la parafernalia de la acción defensiva feminista contra el machismo de tiempos pasados, y sus vestigios actuales? Dejo abierta la cuestión…